jueves, 30 de abril de 2009

No cesan en su aleteo
imparables sus alas baten
recorriéndome
alas,que de amor me laten
envolviéndome,
siguen llegándo y vienen
cosquilleándo el deseo
ajustándose
al espacio que en mí tienen,
nada ya es mio, en su jaleo
van riéndose
del grandioso esfuerzo
que me tomo en ahuyentarlas,
¡ay que agujetas!,
mejor ya no las fuerzo,
ya no está en mí soltarlas
tú las sugetas.

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