viernes, 28 de noviembre de 2008

Por delito de amor condenada
sentencia mis sentidos recibieron,
condenados mis dientes que mordieron
mi lengua hasta dejarla ensangrentada,

a mis besos de amor ,¡ no sintió nada!,
mis labios indulto ni pidieron
a cambio los suyos corteses fueron
cadena perpetúa engalanada,

la noche su aliada, mi testigo,
la penumbra escondía mi delito
ante la plena luz del día necesito

alegar que entre mariposas sigo
con ganas de su boca desatadas,
ya locas, mis pupilas dilatadas

han dictado el veredicto
su boca si no es mía será algún día
pena de muerte a la cordura mía.