sábado, 5 de septiembre de 2009

Tenderás tu mano, la mía tendida
detendrá tu paso y me mirarás,
que no le quedó otra salida sabrás
cuando ante tu ida y venida
en el lugar de siempre, enternecida,
se roce a tu paso al pasar, saldrás,
pero jamás de mi vida que entrarás
ahondando más, caridad recibida
tomaré de tus ojos en sonrojos
que ante los tuyos de los mios saldrán,
notarás, que me embriaga la dulzura
del melado verdoso de tus ojos
que a tu paso los mios apurarán
emborrachándome en su miel pura.