Siempre en cuarto creciente.

Más lleno y fiel que tú, luna veleta
tengo un cuarto solamente para amar,
lleno , que mi amor no sabe menguar
sigue creciendo y todo en mí lo inquieta,

dentro de su inmensidad aprieta
los deseos de volver de nuevo abrazar
su cuerpo, cuarto creciente de mi amar
y amar y amarlo en soledad sugeta,

en su eco me devuelve inmensidad,
apiadado de mi gran necesidad
repite un ¡te quiero!, ¡ardiente!,

eco en un cuarto en el que Dolores
mece su cuarto creciente de amores
y duerme la inmensidad que siente

No puedo, no me exijas cuerpo mío
lo que no está a mi alcance darte
¡sus labios!,no tendrás para besarte
te ha de confortar tu frío, su frío
único calor de tu escalofrío;
para ya,si sigues sin conformarte
tendré que abandonarte, dejarte ,
¡muéstramelo!,¿ dónde está tu poderío?,
si pudiste con maltrato y vejaciones;
razona, resignate, mis razones
ya ves te las doy con pesar y peso
¡ le amo tánto!,sólo puedo darte eso
y no puedo darte dos corazones.

A nueve días

Enamorado noble, rojo enamorado que por amor , como respaldo te ofreces, si ves en cara de tu amado tristeza sin pose, haciéndo acopio de entereza, le ofreces lo que de él desearías, enamorado noble que ardes como madera y como de ella en llamas se te oyen lamentos hasta quedar en ceniza reducido, sin haberle oído a tus latidos el amor acompasado del corazón a tu lado que tú mismo has elegido.